Calcular la “huella” (ya sea de carbono o ecológica) implica cuantificar el impacto ambiental de tus actividades, productos o servicios. Generalmente, se recopilan datos sobre consumo de energía, transporte, residuos y consumo de bienes, y se convierten a una unidad estándar (toneladas de CO2e para la huella de carbono, o hectáreas globales para la huella ecológica) usando factores de conversión. Las calculadoras de la huella de carbono son herramientas comunes que ayudan en este proceso.

Para calcular la huella de carbono de tu casa, debes considerar tu consumo de energía eléctrica y gas, la frecuencia y tipo de transporte que utilizas (coche, avión), la generación de residuos y tus hábitos de consumo (agua, bienes). Recopila datos de tus facturas y hábitos. Puedes usar calculadoras de huella de carbono online específicas para hogares introduciendo esta información.

No hay una única “fórmula” para calcular el “carbono” en general. Lo que se calcula son las emisiones de compuestos de carbono, principalmente el dióxido de carbono (CO2​). La emisión de CO2​ de una actividad se calcula multiplicando la cantidad de esa actividad (ej: litros de combustible consumido, kWh de electricidad) por un factor de emisión específico para esa fuente (ej: kg de CO2​ por litro de gasolina).

La emisión de CO2​ se calcula determinando la cantidad de una fuente de emisión (como el consumo de combustible o electricidad) y multiplicándola por su correspondiente factor de emisión. Este factor representa la cantidad de CO2​ liberada por unidad de esa fuente. Por ejemplo, para un coche, sería los gramos de CO2​ emitidos por kilómetro o por litro de combustible. Este cálculo es fundamental para entender la huella de carbono invernadero.